Siempre recuerdo mi niñez con mucho cariño y nostalgia. Debido a la situación económica que atravesabamos en ese momento,provocó que en casa viviéramos con mucha escazes y necesidad.Vivíamos en un estado de pobreza bastante terrible;pero siempre vi a mí madre haciendo cosas extraordinarias para cuidarnos y proveernos lo necesario de cada día.Su gran amor por Dios y la familia,hizo que el cielo se abriera a nuestro favor.
Nunca olvido las tantas veces que en la olla,tan sólo había para comer un poco de arroz blanco.Pero hoy al recordar esta imagen de mi niñez,doy gracias a Dios porque Él nunca se olvido de nosotros.Entonces me viene a la memoria, ver a aquella gallina llegar a la casa en las tardes y poner un huevo en una esquina de aquella vieja casa.Mi madre lo tomaba y hacia una enorme tortilla y ese era el complemento de aquel poco de arroz que teníamos para la cena.
El salmista David escribe lo siguiente:Joven fui,y he envejecido,y no he visto justo desamparado,ni su descendencia que mendigue pan.Salmo 37:25.Nosotros en nuestra humilde casita fuimos testigos del amor y de la providencia divina.Tal vez no teníamos dinero;pero Dios nunca permitió que unos padres y siete hermanos,se acostaran sin comer.Cuando pones tu fe y confianza en Dios,Él no te desamparada en ningún momento.Dios tiene cuidado de ti,y Él te suplirá todo lo que te haga falta,conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Fil.4:19.
Mientras dependas de Dios,nunca mendigaras tu pan.Él siempre tendrá cuidado de ti.Es posible que la gallinita ya te haya dejado algo de comer,porque para Dios todo es posible.Dios te bendiga.
martes, 7 de julio de 2015
NO MENDIGARAS TU PAN.
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