jueves, 4 de agosto de 2016

ÉL ESTÁ AHI,AUN EN LOS TIEMPOS DIFÍCILES.

      En un momento dado,cuando el Señor Jesús navegaba con Sus discípulos por el mar de Galilea,se desató una tormenta que casi hizo naufragar a la barca en que iban.Si el Señor no hubiera calmado el viento y las aguas,de seguro que se hubieran hundido.Este relato bíblico nos debe poner a pensar en las veces que nosotros nos sentimos que nos vamos a hundir en las tempestades de la vida,y no sabemos que hacer.Cuando los discípulos llamaron a Jesús para pedirle ayuda,el Señor les dijo que debían tener fe.El estaba con ellos en la barca y no debían tener nada.
     También nosotros estamos con el Señor Jesús,y por lo tanto no debemos de temer a las vicisitudes de la vida.Tenemos las armas para vencer,cualquiera que sea la situación en que nos encontremos.Muchas veces nos quedamos mirando los problemas pasivamente,creyendo que éstos tienen solución en si mismos,y sin embargo,no es así.Por medio de la fe en el Señor podemos orar y tener una respuesta divina,y también ser dirigidos por Su Palabra para saber que debemos de hacer.
     Como creyentes debemos ser personas siempre dispuestas para movernos en busca dé soluciones a nuestros problemas.Siempre que oramos y confiamos en Dios,El nos escucha y nos responde.Nos aconseja y nos enseña,y nos da sabiduría y la fortaleza necesarias para enfrentar dichas situaciones.En el Señor tenemos todas las armas que necesitamos para salir adelante y vencedores de cualquier batalla o crisis.No debemos actuar como aquellas personas que viven sin Dios y sin esperanzas.Personas que están atadas e imposibilitadas de salir de sus dificultades y momentos de mucho dolor y aflicción.Lamentablemente ellos viven y se mueven dentro de su problemática,y estos son parte de sus vidas.No tienen el socorro de Dios,quien es el Único que les puede ayudar a salir de ellos.
     Pero gracias al Señor que nosotros tenemos al Espíritu Santo y la Palabra de Dios.Por medio de ellos,encontramos la fortaleza y la gracia para mantenernos a flote en medio de cualquier tempestad.Asi que nunca debemos perder la calma y mantenernos confiando en el Señor; Él dirige nuestra barca.
       "Entonces claman a Jehová en su angustia,y los libra de sus aflicciones.Cambia la tempestad en sosiego,y se apaciguan sus ondas.Luego se alegran,porque se apaciguaron; y así los guía al puerto que deseaban".Salmo 107:28-30.

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