LA TUMBA ESTA VACIA.

    Hoy se celebra el milagro más grande y de excelencia dentro del cristianismo, La Resurrección de Cristo.Su resurrección de entre los muertos.Y sobre este milagro descansa nuestra fe y esperanza;fe y esperanza que nos dan nuevas fuerzas para seguir adelante luchando y batallando contra toda fuerza del mal.La obra de Cristo en el madero no estaría completa,si nuestro Señor Jesús no hubiera resucitado.Porque si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe y nuestra esperanza(1 Corintios 15:14).Y si Él no se hubiese levantado de entre los muertos, seríamos los seres más miserables de todo el universo (1 Corintios 15:19).Porque entonces no tendríamos base alguna para luchar por nuestra salvación, por nuestra felicidad y por nuestro porvenir.
     Pero Cristo se levantó de entre los muertos;El resucitó; la tumba está vacía.Y gracias a este acontecimiento, nosotros los creyentes en Dios y en el Evangelio, tenemos la certeza,la seguridad de que Dios está con nosotros como poderoso Gigante. Por cuanto Él vive,nosotros también vivimos, y por cuanto el venció, nosotros también venceremos. Porque la muerte no pudo vencerle.En la cruz del calvario, nuestro Señor murió por nuestros pecados y derramó Su sangre para pagar el precio que se requería que se pagase para redimirnos de ese pecado.Pero todavía quedaba otro enemigo:la muerte.Y si la muerte lograba impedir que El resucitase, tanto Sus Palabras como Su obra hubiese sido en vano.Pero...
     Pero al tercer dia Él se levantó victorioso. El poder de la muerte y de la tumba fueron vencidos,derrotados(1 Corintios 15:55).Así que hoy nosotros somos más que vencedores. Y celebramos con gran gozo en este día y por siempre,el que Cristo haya resucitado y se haya convertido en nuestro Señor y Salvador. Permite que desde hoy,el mismo poder que resucitó a Jesús de entre los muertos, te levante también a ti, y exprimenta Su gracia salvadora y sanadora, y vive para agradar a Dios.Deja que ese poder te sane y te liberte.Que ese poder te haga resucitar de tu muerte espiritual, de tu dolor y angustia, y alaba y glorifica a Dios por tan grande salvación. Dios te bendiga.