Soy amante de una buena taza de café. Me encanta saborearlo tan pronto está recién colado,acabado de hacer.Que tenga un buen sabor y aroma.Así que cada madrugada me preparo una taza antes de salir de casa,ya sea a mi trabajo o algún otro compromiso.Para mi,más que sólo tomarme un café, es como un momento de terapia.Es un momento para relajarme,despejarme y sentirme renovado.Es llenarme de energía y sentirme listo para comenzar el día.
Pero es tan sólo una taza de café,que tiene un estimulante que me ayuda a sentirme bien y hacer mis cosas con buen ánimo.Pero mi verdadera fuente de energía no procede del café ni de ninguna otra fuente.Porque son muchos los que a diario consumen grandes cantidades de estimulantes para poder mantenerse de pie y funcionando. Efectos que duran poco tiempo y se corre el riesgo de crear malos hábitos y una profunda dependencia de ciertas cosas que a la larga sólo causa daño. Mi verdadera fuente de energía procede de mi búsqueda de Dios y de mi relación con Él.
Para mi Dios es mi todo.Dios me da Sus fuerzas cuando me siento débil;Dios me renueva cada mañana; Dios me sostiene a cada momento;Dios me levanta el ánimo cuando estoy decaido.Verás,Dios es la razón por la cual yo existo,vivo y me muevo.Pero hay mucho más en la Persona de Dios.Mi taza de café sólo me dura un par de minutos,y sus efectos por varias horas.Pero Dios es una Fuente inagotable de poder;El nunca dejará de proveernos Su gracia que es el poder que nos sostiene.
Así que comienza el día de la manera correcta;ponte primeramente en las manos de Dios y permitele al Señor que te imparta de Sus fuerzas y energías;con ellas harás proezas. Después... después saboreate esa rica taza de café y disfruta de tu dia.Pero nunca comiences el día con lo que le echas a tu taza;después de todo es tan sólo una taza de café; pero Dios será para ti lo más rico que puedas saborear. Dios te bendiga.
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