Cuantas veces nos hemos sentido agotados y extenuados; sin fuerzas para seguir caminando,para seguir luchando.Son demasiadas las ocasiones en que nos sentimos decaer tanto emocional, espiritual como físicamente. Es entonces cuando nos debemos detener y tomar un receso,porque cuando ya no podemos más, entonces comenzamos a cometer torpezas y errores en lo que hacemos.Es más, podemos llegar a un punto de estrés que podemos perder la concentración y hasta caer desplomados al piso sin fuerzas alguna;hasta nuestro cuerpo es tan sabio que nos indica cuando ya no puede continuar.
Creo que cada uno de nosotros debe tener un lugar para estar a solas tanto con Dios como con uno mismo.Yo diría un lugar de encuentro con nuestro ser interior, y vernos realmente como estamos y atender aquellas áreas que necesitan ser sanadas y restauradas.Necesitamos ir ya sea a una cabaña,o algún otro lugar apartado de aquellas cosas que nos han sobrecargado,y allí renovarnos tanto espiritual como físicamente.Un lugar donde nuestra mente pueda ser renovada y nuestra alma pueda tener reposo.Un lugar donde podamos sentir la presencia de Dios y escuchar Su voz;un lugar de encuentro con nuestro yo.
Cada uno de nosotros necesitamos ese momento a solas;necesitamos reencontrarnos y recuperarnos.Necesitamos con urgencia ese lugar.Pero ese lugar lo debes escoger tú. Debe ser para ti un lugar muy especial y muy íntimo; debe ser como un pequeño santuario donde al entrar te sientas en toda libertad de dejar allí todas tus cargas,flaquezas y debilidades. Debe ser ese lugar que tenga una atmósfera llena de la presencia de Dios y que al estar allí, te sientas en completa paz y listo para comenzar una nueva jornada.Tu lugar de encuentro te espera,y el Señor también. Dios te bendiga.
viernes, 4 de septiembre de 2015
LUGAR DE ENCUENTRO.
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