Cuantas veces te has encontrado en medio de una prueba y sientes como si esta fuera una tormenta? Por todos lados puedes ver como te azotan los fuertes vientos.De pronto puedes sentir toda su furia y crees que te arrancará de tu lugar y ya no tienes más fuerzas para seguir luchando. Pero todavía hay más, porque cuando una tormenta o huracán están pasando,el centro de la misma que se llama el ojo, al pasar por cualquier lugar deja una sensación de que el peligro ya pasó. Y es porque en ese centro los vientos no soplan con fuerza,se siente una cierta tranquilidad. Una tranquilidad que no debemos confiar en ella ni bajar la guardia,porque de pronto...de pronto viene la virazon.Y la virazon es el otro lado de ese fenómeno que vuelve a azotarnos con gran fuerza,y nos puede hacer aún más daño.
Pero si en vez de estar en el ojo de la tormenta te encuentras en el ojo de Dios,las cosas serán diferentes.Porque no importa como tú veas y sientas las pruebas en tu vida,al estar en la presencia de Dios,sentirás no una apariencia de paz o de calma,porque Dios es tu verdadera paz.Esa paz verdadera que te hará sentir en completa seguridad, y podrás ver a tu alrededor como los vientos soplan con fuerza y el daño que hacen,pero hasta ti no llegarán.No llegarán porque Dios te cuidará y te protegerá de todo mal.Tu prueba o tormenta pasarán, y aunque pasen por encima de ti,saldrás en victoria. Dios te bendiga.
jueves, 3 de septiembre de 2015
EN EL OJO DE LA TORMENTA.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario