Cuando sucumbimos a ese fatídico deseo de sentir lástima por nosotros mismos,lo que realmente estamos haciendo es enfocarnos en nuestro problema.Colocamos toda nuestra atención y fuerzas en algo que poco a poco nos irá destruyendo.En efecto,tener o sentir lástima de nosotros mismos se convierte en la venda que tapa nuestros ojos para que no podamos ver otras salidas;que tan solo creamos que nuestras cargas son insuperables.La verdad es que esta no es la manera de manejar nuestras dificultades.
Si nos concentramos solamente en nuestras situaciones,es porque hemos dejado de mirar hacia la dirección correcta.Nos hemos apartado de Dios.Al así hacerlo nos estamos haciendo mucho más daño.No darle el lugar a Dios,y dejarlo del panorama que estamos enfrentando nos debe llevar a reflexionar y a preguntarnos:¿Cómo podemos salir de ésta situación?Por otro lado debemos saber que Dios no se complace con nuestra auto-compasion.Eso es falta de fe y de confianza en Su Persona y Su Palabra.
Dios es el Dios de toda consolación.Esto significa que Él sabe que hay muchas cosas que simplemente nosotros somos incapaces de manejarlas.Que sin Su ayuda nunca saldremos de nuestro encierro emocional.Nuestras manos son muy pequeñas para sostener nuestras cargas,pero las Suyas son inmensas.Capaces de sostener todo el universo.A esto fue lo que nuestro Señor Jesucristo se refirió cuando extendió la invitación y dijo""Venid a Mi todos los que estais trabajados y cargados,y Yo os haré descansar"(Mateo11:28).
En esta hora puedes encontrar consuelo,paz,reposo y fortaleza espiritual,si tan solo se lo permites a Dios.Deja todas tus cargas y luchas en Sus manos.Él tendrá cuidado de ti.Sal de tu encierro y abre esa puerta que te conducirá a recuperar tu vida,ser restaurado y sentir la paz que sobrepasa todo entendimiento humano.Descansa en Dios y en Su Palabra.Él es Dios que te da consolación.Dios te bendiga grandemente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario