SIENDO DÉBIL SOY FUERTE

    Cada uno de nosotros tenemos días donde nada parece salir bien.Tal vez hemos pasado por períodos de semanas,meses e incluso hasta años cuando nada parecía salir tal como lo habíamos pensado y planeado.No importa cuán fuerte seamos,todos llegaremos a experimentar tiempos de angustia y desasosiego cercanos a la derrota.Y es ahí donde nos percatamos cuán débiles somos.

     Muchos creen que tanto Dios como el cristianismo mismo,es tan solo una fuerza para las personas débiles.Pero la realidad es que es en nuestra debilidad que descubrimos la fortaleza y el poder de Dios.En 2 Corintios 12:10 la Palabra de Dios nos dice lo siguiente:"Por lo cual,por amor a Cristo me gozo en las debilidades,en afrentas,en necesidades,en persecuciones,en angustias:porque cuando soy débil, entonces soy fuerte".

        Dios nunca nos dirá:"Mira,es mejor que te rindas,porque vas a ser derrotado.Estás acabado".Al contrario,la Palabra de Dios nos enseña que "somos más que vencedores por medio de Cristo"(Romanos 8:37).Dios siempre nos habla acerca de Su infinita gracia y misericordia,como también de Su inagotable amor.El desea vernos victoriosos y que en medio de nuestra debilidad seamos fuertes y capaces de afrontar cualquier obstáculo.Él desea que sepamos que no importa cuán desafiante sea la vida,Él está allí por y para nosotros.

     Cuando las cosas nos vayan mal y se tornen difíciles,debemos acercarnos a Dios con toda confianza y pedirle que nos ayude.Tal vez ese alivio no llegue de inmediato de acuerdo a nuestros deseos y necesidades,pero saber que Dios está presente,hará que nuestra fe puesta en Él sea como una roca y nos fortaleceremos en nuestro interior y nos levantaremos con poder.El hecho de reconocer nuestras debilidades nos permitirá depender de Dios y de Su gracia,que es el poder que nos sostiene.Recuerda,en Dios no eres débil...eres fuerte.Dios te bendiga grandemente.