Después de un día arduo de trabajo por lo general nuestros cuerpos están cansados,agotados y extenuados. Sólo deseamos llegar a nuestras casas y poder relajarnos,sentirnos cómodos y luego descansar.Así que al llegar el final del dia y ver un hermoso atardecer como éste, uno siente deseo de que también en la parte interior de nuestro ser,haya paz y tranquilidad. Uno anhela que al llegar la noche todo nuestro ser esté en perfecta armonía, primero con Dios,y luego con uno mismo.
Y esto es posible cuando existe una buena relación con el Divino Creador.Cuando hacemos todo lo posible por vivir una vida recta y agradable ante Su Presencia. Si procuramos la Presencia de Dios en nuestras vidas,con el mismo deseo que anhelamos aquellas cosas que nos satisfacen nuestros deseos,de seguro gozáremos de una buena salud espiritual, y tendremos la paz que sobrepasa todo entendimiento humano.Así que al llegar la noche y disponernos a descansar podemos decir como el salmista David,:En paz me acostaré y asimismo dormire, porque sólo Tú, Señor, me haces vivir confiado.Salmo 4:8.Descansa...mañana es otro día.Dios te bendiga.
miércoles, 3 de febrero de 2016
EN PAZ DORMIRE.
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