AZOTES QUE PRODUCEN LIBERACIÓN

     Cuando el Señor Jesucristo fue encontrado culpable por el Sanedrin judío,fue llevado donde Pilatos para que fuera enjuiciado y condenado a la muerte,puesto que ellos no tenían la potestad de darle la muerte a un reo,ya que esto le correspondía solamente a los romanos quienes eran los que tenían la jurisdicción para así hacerlo.Al tenerlo frente a sí,Pilatos no encontraba causa alguna para condenarlo a la muerte,por lo cuál mandó a que azotasen al Señor Jesús para luego crucificarle(Marcos 16: 15).

      El lugar donde amarraron al Señor Jesús para que fuera azotado se conoce como la columna de la flagelacion.Un pequeño poste o columna de casi un metro de altura.Alli fue amarrado.De acuerdo a la costumbre judía,el castigo que merecía un reo era el ser azotado unas treinta y nueve veces.Pero los soldados de aquella época eran crueles y sanguinarios,y azotaban a los reos sin piedad alguna.Despues de amarrarlos a dicha columna medio desnudos,con látigos en cuyas puntas tenían pedazos de metal azotaban a estos hasta hacerlos desangrar.Procuraraban que durante este castigo no murieran,puesto que la pena capital era morir siendo crucificados en una cruz.

      En el libro del profeta Isaías(Isaias 53:4-7),se describe gráficamente como fue ese momento de dolor y de sufrimiento para el Señor Jesús mientras era azotado.Y llama la atención que Él no abrió Su boca para nada,fue azotado,menospreciado,escarnecido,herido y molido.El enmudeció y no abrió Su boca a pesar del intenso dolor que sufrió.Pero algo maravilloso estaba a punto de ocurrir a favor de toda una humanidad que sufría y sigue sufriendo los estragos tan terribles causado por el pecado,que por Su llaga somos curados.

      Fueron los azotes que provocaron que el cuerpo del Señor Jesús se viera como una llaga sangrante.Pero en cada azote que Él recibía en Su cuerpo,también estaba recibiendo el dolor,la angustia y la aflicción de un mundo que siempre ha estado enfermo.En esos azotes,nosotros encontramos la sanidad que Su cuerpo nos produce,porque éramos nosotros quienes merecíamos el ser castigados,y Él por amor de nosotros los recibió,los sufrió y nos concedió la sanidad que tanto necesitamos al llevar sobre sí nuestros pecados y maldades.

    Por lo tanto,no importa como te encuentres y como te sientas.Al venir a Cristo y creer en Su obra a favor tuyo,tienes la esperanza de ser liberado de esa tu angustia y dolor.Han sido los únicos azotes que te garantizan un mejor bienestar para tu vida,y Quién los sufrió en nuestro lugar con Su muerte en la cruz manifestó Su mayor prueba de amor para que esto sea así.Creele,acércate a Él y recibe Su gracia y perdón.Tu sanidad también está incluida.Dios te bendiga grandemente.