martes, 16 de junio de 2020

DIOS...NUESTRO AMPARO Y FORTALEZA

     Aún todavía tengo el recuerdo de aquella mañana;de aquella mañana que durante un sismo que tuvimos aquí en Puerto Rico a principio de este año,días después de aquel gran sismo que nos azotó en la madrugada del tradicional Día de Reyes,quedé atrapado dentro del almacén donde he trabajado por los pasados veinticinco años.Fue un sábado,y era media mañana y sólo habiamos dos empleados,el dueño de la ferretería,y un par de clientes.Recuerdo que aquél cliente al cuál yo estaba atendiendo,me pidió un tubo plástico,y yo fui a buscarlo dentro del almacén.Justo cuando estoy en el área donde está la tubería y levanto mi mano derecha para sacarlo de allí,comenzó  a temblar.Comenzo a temblar tan fuerte,que las cosas que estaban en las góndolas comenzaron a caer,y la luz de pronto se fue y yo quedé en total oscuridad.Solo podía  ver un poco de claridad por la puerta de entrada que me conectaba al almacén.El ruido era terrible.Aquello era espantoso.A lo lejos yo podía escuchar los gritos de las personas.Mientras tanto,yo permanecí de pie en una esquina donde me encontraba.Cuando todo aquello terminó  que parecía que no iba a parar,salí  caminando y observando todo lo que había  caído al suelo.Al salir afuera del edificio el cual se encuentra justo frente a la plaza pública de mi pueblo de Adjuntas,la misma(la plaza) estaba llena de personas que había logrado salir de las tiendas totalmente asustados.
    Tal vez usted se pregunte porqué yo no salí justo en el momento en que comenzó el sismo.Vera,justo donde me encontraba yo solo tenía una puerta de escape.Y ahí mismo yo pude observar como la mercancía salía disparada de las góndolas,y las mismas podían golpearme en la cabeza.Lo otro,es que yo no tuve la ventaja que tuvieron los otros;ellos estaban cerca de la entrada principal que daba a la calle,mientras que yo me encontraba a casi cien pies de distancia de dicha entrada,y sabía que si yo salía de aquel lugar donde me encontraba, tenía que correr no menos de sesenta pies de distancia debajo de un techo sujeto por vigas de metal,que a su vez sostenían un segundo piso.Otro almacén estaba en el segundo piso,y si este cedía,yo podía ser una víctima de aquél gran sismo.Asi que opte por quedarme,parado en aquella esquina,sobretodo con tranquilidad porque si alguien conocía bien donde estaba,ese era yo.
    En mis veinticinco años que llevo trabajando en esta ferretería,me he dado el lujo de conocer cada área de trabajo donde me encuentro.Siempre pensé en un momento como ese,que debería de hacer,y donde debería de permanecer en caso que me sucediera lo que me aconteció aquélla  mañana.Saben,justo donde yo estaba,me encontraba en completa seguridad aunque el resto del edificio se hubiese caído al piso.Primero,mi confianza y seguridad estaba puesta en Dios,y segundo,el lugar donde estaba es uno de los pocos lugares más seguro de toda el área de trabajo.Asi que por ello decidí quedarme allí hasta que todo hubo terminado.Mientras escribo este relato,me viene al corazón un pasaje bíblico que me hace entender que no importa por donde estemos atravesando,Dios cuida de los suyos,aún en los peores momentos en los cuales podamos encontrarnos.
  En el Salmo 46:1-3 leemos lo siguiente:"Dios es nuestro amparo y fortaleza,nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.Por tanto,no temeremos,aunque  la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar;aunque bramen y se turben sus aguas,y tiemblen los montes a causa de su braveza".Palabras como éstas siempre han traído paz y consuelo a mi corazón;sobretodo en momentos como este.Tu no tienes que vivir una experiencia como la mía para sentir el amor y la protección divina sobre tu vida.Pero ten por seguro que si tienes a Dios en tu vida,en tu corazón;El será siempre para ti tu amparo y fortaleza,no importa donde ni como te encuentres.Confia siempre en Su gracia y poder.Dios te ama,y siempre tendrá  cuidado de ti.No importa lo que tiemble ni lo que pase a tu alrededor...solo confía en Él...solo confía.El cuida de ti.Dios te bendiga.
   

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