Los barcos que diariamente viajan por los océanos no se hunden por el agua que les rodea; más bien se hunden por el agua que se les mete adentro.Cuando nuestras vidas son zarandeadas por los fuertes vientos y marejadas que enfrentamos durante periodos de crisis,pueden recibir grandes cantidades de agua(cargas) que quizás no podamos resistir,y esta comience a entrar en nuestras vidas y comenzaremos a hundirnos en los mares de la desesperación.Pero si caminamos con Dios y confiamos en Sus promesas,entonces podemos estar seguro de que nuestra barca nunca se hundirá,no importa cuan fuerte sea la tormenta.En esta hora Dios nos dice lo siguiente:Cuando pases por las aguas,Yo estaré contigo;y si por los ríos,no te anegaran.Isaias 43:2.No dejes de confiar y de creerle a Dios...Su mano extendida te mantendrá a flote.Dios te bendiga y que tengas un lindo día.
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